El Movimiento de Mujeres ha convocado el día de hoy a
ciudadanos y ciudadanas que son víctimas del Sistema de Justicia en Chihuahua.
Como nunca en la historia de esta entidad federativa, tenemos
un poder judicial sometido al poder ejecutivo, que es una vergüenza y una
afrenta para quienes realmente están comprometidos con la justicia.
Estamos aquí porque aún nos queda la capacidad de indignarnos
ante un poder judicial omiso, sometido, opaco y cómplice de graves violaciones
a derechos humanos, al no actuar con debida diligencia y emitir juicios de
manera sesgada.
Estamos aquí porque hoy el pleno, órgano máximo del Supremo
Tribunal de Justicia decidirá quiénes serán las y los jueces que tendrán la
responsabilidad de administrar justicia en el estado de Chihuahua y venimos a decirles que no estamos
dispuestas a seguir tolerando el reparto de juzgados como botín político.
Uno de los más graves problemas que tiene una sociedad es la
falta de justicia, especialmente cuando se vive en un lugar como Chihuahua, en
donde la violencia es el pan de cada
día. No hay una sola persona en este
estado que no haya sido víctima, él, su
familia o amistades de algún delito y, sin embargo, el grado de impunidad es
insoportable.
Nos han dicho que es el año de la justicia y nos han
presumido que Chihuahua tendrá la ciudad judicial más grande de América Latina.
Bien sabemos que la cuantiosa inversión no
es garantía de acceso a la justicia, y en este caso efectivamente no lo es, con
un Poder Judicial que, en lo general, se ahoga en el descrédito, la corrupción,
la ineptitud y que no entiende lo que significa administrar justicia pronta y
usar el poder público para servir a las personas, especialmente las más
desprotegidas.
Los agravios en contra de la sociedad son numerosos. Por tanto, solo enunciaremos algunos de ellos:
El Poder Judicial es uno de los tres poderes que reformó los
códigos de procedimientos familiares y civiles que violan derechos humanos de
todas las personas (especialmente niñas y mujeres) y, a pesar de tener el
primer pronunciamiento en la historia del Sistema Nacional para Prevenir, Atender,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres que les obliga a
cambiarlos, la falta de voluntad política no permite que esto suceda: están
empecinados en tener leyes violatorias de derechos humanos.
Un poder judicial corrupto
que ha hecho de la cultura de la legalidad una caricatura grotesca, al haber permitido la elección de trece magistrados
y magistradas sin experiencia, que llegaron a ocupar los lugares como producto
de negociaciones políticas vergonzosas de los partidos políticos, sin importar
que quienes ahora tienen la responsabilidad de administrar justicia carezcan de
experiencia y perfil idóneo. De ellos, el magistrado golpeador es un ejemplo.
Estamos aquí para hacer un llamado a la conciencia de quienes
integran el pleno del Tribunal Superior de Justicia para pedirles que no
acepten más la intromisión del Gobernador, su complicidad no puede llegar al
extremo de acoger por órdenes superiores al Magistrado de la Segunda Sala Civil
del Distrito Bravo en ciudad Juárez, Filiberto Terrazas Padilla. En cualquier
país civilizado, en cualquier lugar en que un tribunal se respetara a sí mismo,
no se toleraría este tipo de conductas.
Ciudad Juárez, el emblemático lugar conocido
internacionalmente por la violencia impune contra sus niñas y mujeres, tendrá
en el magistrado Terrazas la responsabilidad de resolver los casos de violencia
contra ellas. Es este magistrado ha
demostrado en los hechos un completo desprecio por la ley y las normas mínimas
de convivencia humana cuando golpeó a su esposa en estado de ebriedad, para
después obligarla a escribir una carta para exculparlo, como lo hacen la
mayoría de los hombres cobardes que agreden a las mujeres.
Estamos aquí para decirle al máximo órgano del poder judicial,
que aún conservamos la indignación y no se nos olvida la actuación de Carlos
Espino Holguín, Juez Cuarto Familiar del distrito judicial Morelos, quien con absoluta
impunidad entregó la custodia de una niña indígena a la mujer que se la robó, entre
otras muchas fechorías. El caso de Genoveba nos conmovió a todas y, ante la
presión social se le cambió pero solo de oficina: ahora es uno de los responsables
de capacitar a otros jueces y juezas.
Estamos aquí para denunciar el reciente nombramiento de jueces
a hijos de Fiscales como es el caso de: Enrique Villarreal Díaz (hijo del
fiscal de la Zona Norte Enrique Villarreal Macías) y Luis Enrique González
Rodríguez (hijo del Fiscal General Jorge Enrique González Nicolás). Ello pone
en evidencia el desprecio hacia verdadera cultura de la legalidad, debido a que
ambos jueces de garantía, serán responsables de dictaminar sobre las
actuaciones legales que provienen de las oficinas de sus padres, en claro
conflicto de intereses. Pero también es una muestra de desprecio e irrespeto
para algunos/as servidores públicos del propio Poder Judicial de Chihuahua que,
con esfuerzo y dedicación diarios, se merecían una oportunidad de asumir importantes
puestos como esos.
Estamos aquí acompañando a las Mujeres en lucha, este
colectivo de víctimas que ha sufrido en carne propia las resoluciones
judiciales cargadas de sexismo, prejuicios y, sobre todo, de ignorancia.
Denunciamos que las mujeres víctimas de violencia familiar
son ahora sentadas en el banquillo de
los acusados y los jueces las criminalizado y convertido en delincuentes.
En todos los sectores de la sociedad hay grandes rezagos de
la impartición de justicia. Particularmente señalamos la lucha barzonista, que
ha denunciado los desalojos violentos en plena violación de derechos a niños,
mujeres y otros grupos en situación de vulnerabilidad. Lejos de resolver el
problema, se encarcela a los deudores; se ordena mayor fuerza pública para
realizar desalojos; y se despoja a las familias de un derecho humano como es la
vivienda.
Las recientes reformas al código de procedimientos civiles tendrán
por efecto que se agilice el despojo de cientos de familias en situación de pobreza,
ante la imposibilidad de continuar pagando por la crisis económica y la
violencia que azota el estado (porque recordemos que la CONEVAL señaló que
Chihuahua fue de los estados que más retrocedió en la atención a los sectores
más vulnerables). La respuesta a la problemática social que aqueja a las familias
barzonistas tuvo como respuesta: el Instituto de Mediación, que ha sido un fracaso
absoluto en el tema de la vivienda, debido a funcionarios sin sensibilidad y
conocimiento para esta tarea.
Para denunciar la situación que prevalece en todo el estado
por la lamentable e ilegal actuar de funcionarios/as del Poder Judicial, hemos
recurrido a interponer quejas que nunca prosperan, que siempre se congelan
porque quienes deben resolver son juez y parte y envían un mensaje de impunidad
y tolerancia, por lo que exigimos:
·
Un consejo de la Judicatura que frene
el poder absoluto del Gobernador sobre el Poder Judicial y el poder
discrecional del Presidente del Tribunal Superior sobre todo el Poder Judicial
de Chihuahua.
·
El respeto irrestricto a los derechos
humanos en el estado.
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