martes, 17 de diciembre de 2019

SE REALIZA CON ÉXITO EL FORO PARA VISIBILIZAR LOS DERECHOS CIBERNÉTICOS Y SEXUALES DE LA ADOLESCENCIA Y LA NIÑEZ



Chihuahua, Chih., a 17 de diciembre de 2019. El día de hoy tuvo lugar el “Foro para visibilizar los derechos cibernéticos y sexuales de la adolescencia y la niñez”, consistente en tres conferencias y un conversatorio, organizado por el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres A.C. (CEDEHM), con el financiamiento de Sigrid Rausing Trust.

El evento tuvo por objetivo generar un espacio para visibilizar los ciberdelitos sexuales de los que pueden ser víctimas niñas, niños y adolescentes; evidenciar los riesgos a los que se encuentran expuestas/os e informar sobre los mecanismos de prevención en la materia, para evitar que sean víctimas de la comisión de un delito. 

Para este evento se contó con la participación de Alexandra Argüelles, integrante del equipo de comunicación e incidencia de Derechos Digitales, una organización de alcance latinoamericano que tiene por objetivo el desarrollo, la defensa y la promoción de los derechos humanos en el entorno digital. Argüelles abrió el foro con la conferencia titulada “Riesgos y seguridad digital para la niñez y adolescencia”.

Alexandra mencionó que “los derechos que comúnmente están en juego cuando hablamos de los derechos digitales, son los de la libertad de expresión y privacidad”. También recalcó que “necesitamos leyes que reflejen las realidades que actualmente vivimos y no tipos penales rígidos”.

Enseguida se tuvo la intervención de Alicia Vargas, integrante del Consejo Consultivo del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México, e integrante del Consejo Directivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).  Vargas, quien también es Directora General del Centro Interdisciplinario para el Desarrollo Social (CIDES I.A.P.), presentó la ponencia “Perspectiva de género y niñez en los ciberdelitos”.

Alicia indicó que las niñas, niños y adolescentes “son sujetos activos de derechos humanos y debemos dotarles de información para ejercer con autonomía”, además de garantizar su participación en la creación de políticas públicas y tomar en cuenta su opinión para la toma de decisiones. Agregó que “este mundo se ha conectado a través de las redes sociales, por lo que no podemos seguir tratando estos temas como hacíamos hace 20 años. Con todos estos cambios, se resignifican los derechos humanos”.

Para la tercera conferencia se contó con la participación de Ana Baquedano, activista por el respeto a la intimidad y co-fundadora de Respeto y Educación Digital en Sexualidad (REDES), una asociación civil orientada a promover el respeto a la intimidad en temas de difusión no consentida de imágenes y videos íntimos y de sextorsión. Baquedano encabezó la charla titulada “Perspectiva e impactos en las víctimas de ciberdelitos sexuales”.

Ana subrayó que el verdadero error en el sexting radica en hacer aquello que se realiza sin el consentimiento de la otra persona. Añadió que “no sabes a quién culpar cuando comparten tus fotografías, la sociedad no te respalda, así que acabas culpándote a ti misma”. Sin embargo, enfatizó que la vergüenza sólo le corresponde a las personas que comparten fotografías íntimas sin el consentimiento de la otra parte, situación que además constituye un delito.

Hacia el final del evento se llevó a cabo un conversatorio entre las ponentes, en el que ahondaron y compartieron con el público más información en todo lo relativo a los derechos cibernéticos y sexuales, así como herramientas y mecanismos para prevenir y denunciar los ciberdelitos en la materia. 

El foro estuvo dirigido a operadoras y operadores del Sistema de Justicia, del Poder Legislativo, a funcionariado público, a integrantes de organizaciones de la sociedad civil, a profesionales y estudiantes de leyes, así como a público en general con interés en la materia.




lunes, 16 de diciembre de 2019

A NUEVE AÑOS DEL ASESINATO IMPUNE DE MARISELA ESCOBEDO



POSICIONAMIENTO DE ORGANIZACIONES Y COLECTIVOS

Chihuahua, Chih., a 16 de diciembre de 2019. Hace nueve años se suscitó el asesinato de Marisela Escobedo Ortiz, una madre que días antes había iniciado una huelga de hambre frente a Palacio de Gobierno del Estado de Chihuahua, en la exigencia de verdad, justicia y reparación por el feminicidio de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo. Al día de hoy, han pasado 3 mil 285 días sin justicia para Marisela; 4 mil 126 para Rubí.

Hoy 16 de diciembre de 2019, nos convocamos aquí, en el marco del noveno aniversario de asesinato de Marisela Escobedo, con dos propósitos concretos: recordar y demandar.

Así, recordamos:

- El amor, la tenacidad y la fuerza de la lucha de Marisela por un Chihuahua libre de violencia feminicida y con ella a todas las otras ‘Mariselas’ que en esto se han gastado la vida;

- La dignidad de las y los defensores de derechos humanos que en su exigencia de justicia han sido asesinados;

- Que el sistema de justicia le falló a Marisela Escobedo y sigue fallando a las víctimas, quienes son las principales investigadoras, en un país que mantiene índices de impunidad de más del 98 por ciento;

- Que en el estado de Chihuahua y en todo el territorio nacional, como a Rubí, a las mujeres les violentan, agreden y asesinan por el hecho de ser mujeres y la respuesta de los gobiernos no ha sido ni cerca, suficiente;

- Que esta sociedad, la nuestra, como lo dijera la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la sentencia de Campo Algodonero: la nuestra, es una sociedad en donde prevalecen y se perpetúan condiciones que favorecen un modelo de supra-subordinación de las mujeres a los hombres.

- Que los gobiernos no tienen la voluntad o la capacidad para implementar una política pública sobre el desplazamiento forzado de las personas, familias y comunidades enteras que se ven obligadas a abandonar su vida por condiciones extremas, como lo fue el caso de la familia de Marisela Escobedo, a quienes el estado fue incapaz de proteger.

Sobre todo recordaremos hasta que se haga justicia, que el estado de Chihuahua en estos hechos tiene responsabilidad:

1. En el feminicidio de Rubí por no garantizarle una vida libre de violencia y no sancionarlo.
2. En el asesinato de Marisela porque ella se puso en riesgo por realizar la labor que le correspondía al gobierno, porque no se le protegió y porque su muerte se mantiene impune.
3. Por el auto exilio de la familia Escobedo, frente a la incapacidad de protegerles o garantizarles el retorno seguro.

Entonces, estamos aquí para demandar, demandamos justicia, verdad y reparación integral que incluya medidas de no repetición para:

- Que se erradique la violencia feminicida.
- Que se proteja a todas las personas que como vocación elegida y por tragedia impuesta, buscan justicia.
- Que a la sociedad en su conjunto, se nos garantice el derecho a la verdad, esto implica investigaciones eficaces y no fabricación de culpables.

Demandamos sanción para todas las personas responsables de que se sigan perpetuando las violaciones de derechos humanos sufridas por Rubí, Marisela, su familia.

¡Porque justicia para Marisela, es justicia para todos y todas!

Antecedentes

Marisela tenía 52 años cuando fue cobardemente asesinada. Hasta sus 48 años, se había dedicada a sus hijos e hijas, a su vocación de enfermera y siguiendo su espíritu de emprendedora. Fueron los últimos cuatro años de su vida, los que marcaron para siempre la historia de Chihuahua, del sistema penal acusatorio en México y los que evidenciaron al mundo la impunidad imperante en nuestro país.

Marisela se convirtió en la principal investigadora de la desaparición de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo ocurrida en agosto de 2008. Gracias a las evidencias recabadas por ella, se pudo determinar que Rubí fue asesinada por su pareja, Sergio Rafael Barraza Bocanegra quien ya había huido de Chihuahua; Marisela logró ubicarlo y gracias a esto pudo ser detenido para enfrentar un juicio en el recién estrenado Nuevo Sistema de Justicia Penal.

Durante la declaración de Marisela en el juicio contra Sergio, explicó que estaba ahí porque quería que el feminicidio de su hija fuera el último en Chihuahua. El Tribunal absolvió y liberó al asesino confeso.

En segunda instancia, se logró una sentencia condenatoria, pero Sergio Rafael ya no estaba detenido, entonces Marisela comenzó una tenaz lucha para exigir la aprehensión del asesino de su hija.

Recorrió el país, encabezó marchas, realizó múltiples protestas, se reunió con autoridades de diferentes niveles, encontró por su cuenta a Sergio en tres ocasiones y demandó su detención, confrontó al Gobernador, denunció la colusión entre autoridades y el narcotráfico, enfrentó amenazas de muerte de la familia del asesino, advirtió que sería asesinada si no hacían nada para protegerla y que su muerte sería la vergüenza del Gobierno.

La noche del 16 de diciembre de 2010, Marisela Escobedo Ortiz fue asesinada en las puertas del Palacio de Gobierno de Chihuahua.