Chihuahua, Chih., a 13 de marzo de
2020. El día de hoy tuvo lugar la presentación del Reporte de análisis de
sentencias en casos de violencias de género, elaborado por el Centro de
Derechos Humanos de las Mujeres A.C. (CEDEHM) con el financiamiento de Fundación
MacArthur y Misereor. En este documento se analizan 35 sentencias obtenidas por
el CEDEHM durante el último año, se identifican algunos de los principales
retos para garantizar derechos desde la función jurisdiccional y se reconocen
precedentes que deben observarse como punto de partida en la materia.
En el reporte se analizan las 35
sentencias obtenidas dentro de los procesos representados en el periodo comprendido
entre octubre de 2018 y septiembre de 2019, la mayoría de las cuales, fueron
favorables. También se hace una referencia especial a cinco de las 35 sentencias,
por considerárseles de gran importancia por su alcance: al reconocer a niños y
niñas como víctimas directas de la violencia en la pareja; por determinar
medidas más amplias para la reparación del daño; por hacer visible el trabajo
no remunerado en el hogar, y por juzgar con perspectiva de género.
El evento fue inaugurado con las
intervenciones de Ruth Fierro y Ma. Fernanda Aquino, coordinadora general y
coordinadora del programa de violencias de género del CEDEHM, respectivamente.
En la presentación también participaron la magistrada Adela Alicia Jiménez
Carrasco, los jueces Jaime Antonio Acevedo Maldonado y Gabriel Gerardo Reyes
Zúñiga, así como Griselda Macías Zafiro, usuaria del CEDEHM.
Ruth Fierro recordó que las mujeres
que deciden iniciar una acción legal para poner un alto a la violencia de la
que son víctimas, han atravesado por una enorme cantidad de obstáculos de
índole social, familiar y emocional. “Y la única razón por la que persisten es
porque tienen la esperanza de tener justicia: justicia que se traduce en
libertad, tranquilidad y reconocimiento a su dignidad”.
Añadió que “las resoluciones y
sentencias que emiten quienes administran justicia, disponen sobre las vidas y
destinos de las personas sobre quienes éstas recaen”. Por ello, instó a juezas,
jueces, magistradas y magistrados, a responder a la coyuntura histórica por la
que actualmente atraviesa nuestro país y a cambiar radicalmente el concepto de
justicia para las mujeres.
A partir de los hallazgos del
reporte, Ma. Fernanda Aquino indicó que las autoridades continúan
revictimizando a las mujeres por cuestiones de forma en los procedimientos, así
como por una falta de sensibilidad y perspectiva de género durante el proceso
judicial. Agregó que no se considera la vulnerabilidad de la víctima por
razones de género, sino únicamente cuando la víctima es una niña o un niño.
Refirió que cuando se violan los derechos humanos de las mujeres, se generan
procesos sociales de exclusión, señalamiento y estigmatización para las
víctimas.
Señaló que, en
algunos casos, las autoridades competentes omiten incluir la totalidad de los
delitos que las víctimas o las asesoras jurídicas solicitan. Resaltó la
necesidad de que juezas y jueces valoren adecuadamente los hechos con relación
a la tipificación de los delitos concernientes. Finalmente, destacó que cuando
la imputada es una mujer, las autoridades juzgan con mayor dureza y con un
sesgo basado en juicios de valor sobre el “deber ser” de las mujeres.
Adela Alicia
Jiménez destacó que es necesario desechar estereotipos de género y aplicar los más
altos estándares internacionales en materia de derechos humanos. Habló sobre la
importancia de identificar en cada caso si existen o no cuestiones de poder, de
detectar situaciones de desventaja entre las partes y de emplear un lenguaje
que no esté basado en estereotipos ni prejuicios de género. Subrayó la necesidad
de que quienes litigan y participan como defensoras(es) de los derechos de las
mujeres, niñas, niños y grupos vulnerables, se capaciten en la materia, en aras
de facilitar y contribuir a una correcta impartición de justicia.
Jaime Antonio
Acevedo dijo que “tenemos que enfocarnos en garantizar justicia e igualdad
verdaderas”. Entre otras cosas, enfatizó el deber de los tribunales para que,
las medidas de protección que se adopten, así sean típicas o atípicas,
obedezcan a las circunstancias de cada caso en particular y que cumplan con
criterios fundamentales de necesidad, idoneidad y racionalidad, es decir, que
efectivamente funcionen para prevenir o erradicar posteriores agresiones.
Gabriel
Gerardo Reyes subrayó la importancia de identificar las situaciones de
vulnerabilidad y de construir nuevos paradigmas. Recalcó la necesidad de
cuestionar la neutralidad de las normas, por ejemplo, cuando una mujer está
inmersa en un círculo de violencia cíclica y sistemática. Indicó que cuando
quienes acusan no tienen perspectiva de género, los argumentos y evidencias del
caso se presentan de manera errónea y se plantean con un doble parámetro o
doble moral, lo que en última instancia revictimiza a las mujeres. En este
sentido, recordó que las mujeres que han sido agredidas pueden volver a serlo
en cualquier momento, y finalizó diciendo que “nunca se deberá perder de vista
el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia”.
Finalmente,
Griselda Macías refirió las violaciones a los derechos humanos de las que ella
y su hija fueron víctimas por parte de su agresor. Lamentó la falta de un trato
digno en algunos de los procedimientos involucrados en el proceso de denuncia,
aunque reconoció el trabajo en la integración de su expediente. Puntualizó que
“desde el CEDEHM nos hicieron sentir que no estábamos solas”. Finalmente,
refirió que se emitió una sentencia favorable para ella y su hija, por lo que
se mostró agradecida hacia la jueza y hacia su abogada y representante legal.
Desde el CEDEHM se proporciona
representación legal, acompañamiento psicosocial y psicoterapéutico, así como ayuda
humanitaria o asistencia social a través del Programa de Violencias de Género,
con el que actualmente se acompaña a 200 mujeres, niñas y niños que, en el
ámbito de la representación legal, implica el litigio de más de 400 procesos en
materia familiar y penal. En estos casos, el CEDEHM funge como denunciante o
demandante, al igual que como defensa.
Nos comprometemos con los derechos
humanos, el acceso a la justicia y el acompañamiento a mujeres, niñas y niños
víctimas de violencias de género, en sus exigencias por una vida digna y libre
de violencia. Buscamos sentar precedentes judiciales con base en estándares
internacionales que sirvan de modelo para la impartición de justicia, que
consideren la reparación integral del daño y que atiendan todos sus
componentes: medidas de restitución, satisfacción, compensación y garantías de
no repetición. En nuestro país aún existen importantes desafíos en la materia, por
ello nos empeñamos en esta tarea.