miércoles, 17 de abril de 2013

Premia la Suprema Corte de la Nación y ONU Mujeres un ensayo que documenta dos casos de mujeres de Chihuahua que lograron obtener justicia en el sistema acusatorio.


La Suprema Corte de la Nación anunció ayer que el  ensayo que obtuvo el primer lugar del concurso “género y justicia” fue un documento de 18 páginas escrito por Laura Aragón Castro, fundadora de la asociación civil Mukira. 

El ensayo  documentó cómo las abogadas del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM), con sede en Chihuahua,  lograron sentar precedentes en el sistema acusatorio (juicios orales) y obtener resoluciones favorables para dos mujeres víctimas de violencia, a través del ejercicio de la coadyuvancia y de una argumentación jurídica con perspectiva de género. 

MODP, víctima de violencia familiar, sobrevivió a un intento de homicidio. El caso demostró cómo las reglas del sistema acusatorio, en el que Chihuahua fue pionero, permiten que las mujeres cuenten con abogadas de confianza, quienes pueden inconformarse con el ministerio público cuando consideren que este no actúa debidamente. Específicamente, señala el ensayo ganador “este caso documenta cómo un pequeño grupo de mujeres puede, a través del activismo judicial cuestionar y modificar los esquemas jurídicos tradicionales  al erguirse como sujetos procesales plenamente activos en el sistema acusatorio, e interponer amparos para modificar una resolución judicial, y lograr que se les reconozca su derecho y el de las víctimas a la participación activa y plena”.

El segundo caso documentado es la historia de RE, una mujer que se vio obligada a ejercer el derecho a la legítima defensa cuando su ex pareja intentó asesinarla. Inicialmente, RE había sido vinculada proceso y fue a la cárcel. El CEDEHM logró exponer de manera efectiva que los estereotipos de género tanto de la fiscalía como del juez, no  reconocieron  el derecho de Rosa Ema  a defenderse, como podría defenderse de cualquier hombre que llegara a su casa, a intentar asesinarla. En una segunda instancia, la organización logró que un magistrado ordenara la absolución inmediata de Rosa Emma, al considerar que había actuado en legítima defensa protegiendo su vida y la de sus hijos. 

El ensayo ganador concluye “ante las insuficientes resoluciones favorables para las mujeres víctimas de violencias,  resulta imperioso documentar y promover sentencias  que demuestren que a pesar de la discriminación contra las mujeres, existen prácticas judiciales ejemplares e inspiradoras”.

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