martes, 30 de agosto de 2016

Día internacional de las víctimas de desapariciones forzadas

Mediante la resolución 65/209 del 21 de diciembre de 2010, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 30 de agosto Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.



De acuerdo con la Convención Internacional de Naciones Unidas, la desaparición forzada de personas consiste en el arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de la libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley.

En los últimos años, la desaparición de personas en nuestro país se ha presentado en varios estados, siendo Chihuahua la entidad que ocupa el sexto lugar, de una cifra reconocida por el Gobierno Federal de más de 28,000 personas a nivel nacional. Como consecuencia de la lucha contra el crimen organizado, en Chihuahua se ha presentado un alarmante incremento de personas desaparecidas desde el año de 2006, entre las que se encuentran nuestros familiares desaparecidos que estamos en esta plaza y las que no han podido venir por miedo a seguir sufriendo el maltrato, la falta de atención y las puertas cerradas de las autoridades.
Pese a esta realidad, el gobierno actual ha negado la existencia de las desapariciones forzadas que se han cometido en el estado de Chihuahua, lo que nos invisibiliza y nos condena a no tener verdad ni justicia.
Cuando inicia la guerra contra el narcotráfico, Chihuahua se convierte en el laboratorio de todas las violencias, los ojos del mundo se posaron en nuestro estado, las planas de los periódicos daban cuenta de los crímenes que a diario se cometían, se contabilizaban los muertos cada día, al final del mes se daba la cifra total, se comparaba con el mes anterior, se contaban los automóviles robados, los secuestros, las extorsiones, se militarizaba el estado.

Pero nadie vio a las familias a las que le desaparecían a uno de ellos, nadie veía a las madres que acudíamos a la fiscalía a denunciar la desaparición de nuestra hija o hijo, nadie veía el maltrato a esta madre de familia por parte del ministerio público que le pedía regresara después, nadie veía que la denuncia se convertía en una hoja simple que hablaba de una persona ausente, sí, solo ausente, ¿qué significa ser ausente?
Nadie hablaba de los desaparecidos, los desaparecidos estaban desaparecidos a los ojos de todos.

Los desaparecidos solo existían para sus familias, éstas y solas los buscábamos, hacíamos nuestras propias indagatorias, los familiares nunca dejamos de buscarles, los seguimos buscando, nos convertimos en investigadoras, fuimos víctimas de las autoridades,  fuimos cuestionadas, nos hacían sentir culpables por la desaparición de nuestro ser querido, fuimos estigmatizadas por una sociedad insensible, nos empobrecimos, perdimos empleos, perdimos a nuestros amigos, ya no nos invitaron a las fiestas porque llorábamos en ellas.

No dejaron ni dejamos de buscar, somos las familias que ante toda la adversidad, somos las que los buscan, compartimos el dolor, platicamos, buscamos a otras, nos juntamos y decidimos luchar, sabemos que son muchas las que tienen el corazón roto, pero no sabemos cuántas son, buscamos a otras en otros estados, sabemos que hay quien nos pueden escuchar, buscamos a las organizaciones que defienden los derechos humanos, las encontramos, nos sentimos escuchadas, nos sentimos acompañadas en esta larga y triste lucha.

Nadie veía lo que hoy conocemos, la gran tragedia nacional. Tampoco el Gobernador reconoció que había desapariciones.

La lucha contra las desapariciones forzadas debe ser una lucha de TODO el pueblo y en este sentido, los movimientos y organizaciones que luchan por mejorar las condiciones de vida son los primeros que están obligados éticamente a luchar contra esta política de Terrorismo de Estado.

La lucha contra las desapariciones forzadas y por la presentación con vida de los detenidos-desaparecidos tiene que desarrollarse en el plano de la organización, movilización y la denuncia, al mismo tiempo que se desarrolla en el plano jurídico, de derechos humanos y mediático.

La desaparición forzada es una política de Estado por comisión y aquiescencia y la desaparición a manos de particulares se comete gracias a la omisión del Estado. No diluyamos esa responsabilidad. Ni Estado fallido, ni Estado incapaz o rebasado, lo que vivimos es Terrorismo de Estado y crimen organizado.

Exigimos una Ley General Contra la Desaparición Forzada y desaparición a manos de particulares elaborada desde las organizaciones de víctimas, organizaciones de derechos humanos y populares.

No avalaremos una Ley General que no corresponda a los estándares internacionales. Los derechos a la verdad, memoria, justicia, reparación integral y medidas de no repetición ¡NO SON NEGOCIABLES!

No aceptamos el engaño de la promesa de verdad por justicia, si no hay castigo a los responsables estaremos permitiendo que continúen las desapariciones forzadas y que miles de familias padezcan el dolor que hoy padecemos nosotras.

Sr. César Duarte:

El 4 de octubre de 2010, durante la toma de protesta de ley como Gobernador Constitucional del Estado de Chihuahua dijo:

 “Decirle a los chihuahuenses que honraré la palabra que me otorgaron el 4 de julio, no les voy a fallar!


Duarte: ¡Nos fallaste!

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