Mediante la resolución 65/209 del 21 de diciembre de 2010, la Asamblea
General de Naciones Unidas declaró el 30 de agosto Día Internacional de las
Víctimas de Desapariciones Forzadas.
De acuerdo con la Convención
Internacional de Naciones Unidas, la desaparición forzada de personas consiste
en el arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación
de la libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de
personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado,
seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del
ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida,
sustrayéndola a la protección de la ley.
En los últimos años, la desaparición de
personas en nuestro país se ha presentado en varios estados, siendo Chihuahua
la entidad que ocupa el sexto lugar, de una cifra reconocida por el Gobierno
Federal de más de 28,000 personas a nivel nacional. Como consecuencia de la
lucha contra el crimen organizado, en Chihuahua se ha presentado un alarmante
incremento de personas desaparecidas desde el año de 2006, entre las que se
encuentran nuestros familiares desaparecidos que estamos en esta plaza y las
que no han podido venir por miedo a seguir sufriendo el maltrato, la falta de
atención y las puertas cerradas de las autoridades.
Pese a esta realidad, el gobierno actual
ha negado la existencia de las desapariciones forzadas que se han cometido en
el estado de Chihuahua, lo que nos invisibiliza y nos condena a no tener verdad
ni justicia.
Cuando inicia la guerra contra el narcotráfico,
Chihuahua se convierte en el laboratorio de todas las violencias, los ojos del
mundo se posaron en nuestro estado, las planas de los periódicos daban cuenta
de los crímenes que a diario se cometían, se contabilizaban los muertos cada
día, al final del mes se daba la cifra total, se comparaba con el mes anterior,
se contaban los automóviles robados, los secuestros, las extorsiones, se
militarizaba el estado.
Pero nadie vio a las familias a las que le
desaparecían a uno de ellos, nadie veía a las madres que acudíamos a la
fiscalía a denunciar la desaparición de nuestra hija o hijo, nadie veía el
maltrato a esta madre de familia por parte del ministerio público que le pedía
regresara después, nadie veía que la denuncia se convertía en una hoja simple
que hablaba de una persona ausente, sí, solo ausente, ¿qué significa ser
ausente?
Nadie hablaba de los desaparecidos, los
desaparecidos estaban desaparecidos a los ojos de todos.
Los desaparecidos solo existían para sus
familias, éstas y solas los buscábamos, hacíamos nuestras propias indagatorias,
los familiares nunca dejamos de buscarles, los seguimos buscando, nos
convertimos en investigadoras, fuimos víctimas de las autoridades, fuimos cuestionadas, nos hacían sentir
culpables por la desaparición de nuestro ser querido, fuimos estigmatizadas por
una sociedad insensible, nos empobrecimos, perdimos empleos, perdimos a
nuestros amigos, ya no nos invitaron a las fiestas porque llorábamos en ellas.
No dejaron ni dejamos de buscar, somos las
familias que ante toda la adversidad, somos las que los buscan, compartimos el
dolor, platicamos, buscamos a otras, nos juntamos y decidimos luchar, sabemos
que son muchas las que tienen el corazón roto, pero no sabemos cuántas son,
buscamos a otras en otros estados, sabemos que hay quien nos pueden escuchar,
buscamos a las organizaciones que defienden los derechos humanos, las
encontramos, nos sentimos escuchadas, nos sentimos acompañadas en esta larga y
triste lucha.
Nadie veía lo que hoy conocemos, la gran
tragedia nacional. Tampoco el Gobernador reconoció que había
desapariciones.
La lucha contra las desapariciones forzadas debe ser
una lucha de TODO el pueblo y en este sentido, los movimientos y organizaciones
que luchan por mejorar las condiciones de vida son los primeros que están
obligados éticamente a luchar contra esta política de Terrorismo de Estado.
La desaparición forzada es una política de Estado por
comisión y aquiescencia y la desaparición a manos de particulares se comete
gracias a la omisión del Estado. No diluyamos esa responsabilidad. Ni Estado
fallido, ni Estado incapaz o rebasado, lo que vivimos es Terrorismo de Estado y
crimen organizado.
Exigimos una Ley General Contra la Desaparición
Forzada y desaparición a manos de particulares elaborada desde las
organizaciones de víctimas, organizaciones de derechos humanos y populares.
No avalaremos una Ley General que no corresponda a los
estándares internacionales. Los derechos a la verdad, memoria, justicia,
reparación integral y medidas de no repetición ¡NO SON NEGOCIABLES!
No aceptamos el engaño de la promesa de verdad por
justicia, si no hay castigo a los responsables estaremos permitiendo que
continúen las desapariciones forzadas y que miles de familias padezcan el dolor
que hoy padecemos nosotras.
Sr. César Duarte:
El 4 de octubre de 2010, durante la toma de protesta de ley como
Gobernador Constitucional del Estado de Chihuahua dijo:
“Decirle a
los chihuahuenses que honraré la palabra que me otorgaron el 4 de julio, no les voy a fallar!
Duarte: ¡Nos fallaste!
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