El Centro de Derechos Humanos de las Mujeres logró
amparos definitivos para otros cuatro ambulantes de El Barzón que fueron
desalojados por el Municipio de Chihuahua cuando inició la remodelación del
centro de la ciudad.
Con esos suman ya ocho los amparos definitivos que
ha otorgado Ignacio Cuenca Zamora, juez octavo de Distrito, a igual número de
ambulantes de El Barzón.
Esta vez los amparos ordenan al alcalde Marco Adán
Quezada que reinstale a Jaime Efrén Morales Ramos, vendedor de
ropa; Celerino Echagaray Velázquez, vendedor de pan de nata y churros; Santiago
Bernal Flores, vendedor de elotes y María Patricia Muñoz Ruiz, vendedora de
artesanías.
Lucha Castro, Irma Villanueva y Erika
Mendoza, abogadas del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, esperan que la
justicia federal entregue amparos a más ambulantes de El Barzón. Son más de
cuarenta los ambulantes que solicitaron el amparo de la autoridad federal.
Los amparos que acaba de emitir el Juzgado Octavo de
Distrito tienen la misma indicación y el mismo argumento que los cuatro
anteriores.
Especifican que la autoridad municipal tendrá que
proponer a los ambulantes dos alternativas donde puedan ser reinstalados,
lugares que deben ser aptos para que puedan vender su mercancía de manera
digna.
Y justifican el fallo del juez en base a la
legislación derechohumanista: “Cualquier plan o política de recuperación de los
bienes de uso común por parte de las autoridades municipales, que implique el
retiro de los ambulantes de lugares en donde toleradamente venían ejerciendo,
debe estar acompañada de una política dirigida a impedir la afectación
desproporcionada de los intereses de estos grupos vulnerables de la población”,
indican los amparos.
“Esa política debe contrarrestar los posibles
efectos negativos que se deriven de su desalojo, adoptando los trámites
indispensables para ofrecerles alternativas de espacios laborales que les
permitan lograr su subsistencia en condiciones de mínimo vital, derecho a la alimentación
que debe ser garantizada por el Estado”, indican los amparos.
Las abogadas del Centro de Derechos Humanos de las
Mujeres enumeran los motivos por los que decidieron tomar como propia la causa
de los vendedores ambulantes de El Barzón:
1.- Su defensa radica en la defensa misma de los
derechos humanos de las personas, los cuales son indivisibles y universales; es
decir, no se puede hablar de derechos humanos si se invisibilizan algunos de
ellos, particularmente en el caso de la vida, trabajo, al mínimo vital para no
solo subsistir sino llevar una vida digna y con calidad, entre otros.
2.- El ambulantaje es una consecuencia de las
erradas políticas públicas económicas, sociales y laborales que han hecho que
cierto grupo vulnerable se dedique al comercio informal, por no estar en
posibilidad real de poder desempeñar algún otro trabajo.
3.- Dentro de los vendedores hay un gran número de mujeres,
indígenas algunas, con hijos pequeños, siendo la gran mayoría cabeza de su
hogar y únicas proveedoras del bienestar familiar.
Las abogadas del Centro
de Derechos Humanos de las Mujeres aclaran que no están en contra de las
mejorías de la ciudad, pero si se pronuncian de manera tajante contra los
proyectos con falta de perspectiva derecho humanista, incluyente y tolerante
para todas las personas.
“Dejar fuera de manera
arbitraria a unos cuantos, es dejar fuera de manera consciente a todos”,
señalan Lucha Castro, Irma Villanueva y Erika Mendoza.
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